Un estudio sugiere que la mayoría de tipos de pescado podrían tener un rol en el control de los síntomas

Comer pescado al menos dos veces por semana podría reducir de forma significativa el dolor y la inflamación asociados con la artritis reumatoide, señala un estudio reciente.

Estudios anteriores han mostrado que los complementos de aceite de pescado tienen un efecto beneficioso para los síntomas de la artritis reumatoide, pero se sabe menos sobre el valor de consumir pescado que contenga omega 3, apuntaron los investigadores.

«Queríamos investigar si comer pescado como un alimento entero tendría un tipo de efecto similar que los complementos de ácidos grasos omega 3», dijo la autora del estudio, la Dra. Sara Tedeschi, médica asociada de reumatología, inmunología y alergias en el Hospital Brigham and Women’s, en Boston.

En general, la cantidad de ácidos grasos omega 3 en el pescado es más baja que las dosis administradas en los ensayos, señaló.

Aun así, a medida que los 176 participantes del estudio aumentaron la cantidad de pescado que comían a la semana, la puntuación de actividad de su enfermedad se redujo, encontró el estudio observacional.

En la artritis reumatoide, el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a las articulaciones, creando inflamación y dolor. También puede afectar a los sistemas corporales, por ejemplo el sistema cardiovascular o el respiratorio. La Arthritis Foundation calcula que unos 1.5 millones de personas en Estados Unidos sufren de la enfermedad, las mujeres con mucha más frecuencia que los hombres.

El nuevo estudio, en que participaron muchas mujeres, dirige la atención al vínculo entre la dieta y la enfermedad artrítica, comentó un especialista de la ciudad de Nueva York.

«Aunque no es algo nuevo en sí, y fue un ensayo pequeño, sí plantea un concepto interesante: lo que uno come es tan importante como los medicamentos que toma», dijo el Dr. Houman Danesh.

«La dieta de un paciente es algo que se debe abordar antes de administrar fármacos», añadió Danesh, director de gestión integral del dolor en el Hospital Mount Sinai.

Cuando sus pacientes con artritis reumatoide preguntan por la dieta, con frecuencia les sugiere que coman más pescado por unos meses para ver si ayuda.

«Les animo a probarlo y a tomar su propia decisión», dijo, explicando que hasta ahora los resultados de los estudios han sido mixtos.

En este caso, la mayoría de los participantes del estudio tomaban medicamentos para reducir la inflamación, mejorar los síntomas y prevenir el daño articular a largo plazo.

Los participantes estaban inscritos en un estudio que investigaba los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca en los pacientes con artritis reumatoide. Los investigadores realizaron un estudio secundario de esos datos, y analizaron los resultados de un cuestionario de frecuencia alimentaria que evaluó la dieta de los pacientes a lo largo de un año.

El consumo de pescado se contó si estaba cocido (asado, al vapor u horneado) o crudo, incluyendo el sashimi y el sushi. El pescado frito, el marisco y el pescado en platos mezclados, como los salteados, no se incluyeron.

La frecuencia de consumo se dividió en: nunca o menos de una vez al mes, entre una vez al mes y menos de una vez por semana, una vez por semana, o dos o más veces por semana.

Casi un 20 por ciento de los participantes comían pescado menos de una vez al mes, o nunca lo comían, mientras que cerca de un 18 por ciento consumían pescado más de dos veces por semana.

Los que comían pescado con más frecuencia reportaron menos dolor e inflamación, frente a los que comían pescado menos de una vez al mes, encontró el estudio.

Los investigadores no pueden probar que el pescado fuera responsable de las mejoras. Y teorizaron que los que consumían pescado con regularidad podrían haber tenido un estilo de vida más saludable en general, lo que contribuyó a la puntuación más baja de actividad de la enfermedad.

Aunque no pudieron obtener datos específicos sobre información como el ejercicio de los pacientes, sus beneficios están probados, afirmó Tedeschi.

Reconoció que el pescado puede ser costoso. Danesh mencionó otras opciones para los que no pueden comer pescado varias veces por semana.

«En general, los pacientes deben comer alimentos enteros y sin procesar», planteó. «Si por algún motivo no puede, una pastilla de omega 3 es una segunda opción».

Como el estudio no fue aleatorio, los investigadores no pudieron sacar conclusiones definitivas, pero se sintieron complacidos con lo que aprendieron.

Un hallazgo que impresionó a Tedeschi «fue que la diferencia absoluta en las puntuaciones de actividad de la enfermedad entre los grupos que comían pescado con la mayor y con la menor frecuencia fue el mismo porcentaje que se ha observado en los ensayos sobre el metotrexato, que es el medicamento para la atención estándar de la artritis reumatoide», dijo.

FUENTE

https://medlineplus.gov