El estudio ofrece otra razón para tener cuidado con la ingesta

Una dieta rica en sal aumenta significativamente el riesgo de

insuficiencia cardiaca.

Esa es la conclusión de los investigadores finlandeses que

descubrieron que las personas que consumían más de 13,700

miligramos de sal al día (aproximadamente 2.5 cucharaditas)

tenían el doble de riesgo de insuficiencia cardiaca que los que

consumían poca sal.

«Una ingesta alta de sal [cloruro de sodio] es una de las

causas principales de hipertensión y un factor de riesgo

independiente de enfermedad cardiaca coronaria (ECC)

y accidente cerebrovascular (ACV)», dijo el investigador

Pekka Jousilahti.

«Al corazón no le gusta la sal», dijo Jousilahti, profesor

de investigación en el Instituto Nacional de Salud y

Bienestar de Helsinki.

«Un consumo alto de sal aumenta de forma notable el

riesgo de insuficiencia cardiaca», añadió en un comunicado

de prensa de la Sociedad Europea de Cardiología (European

Society of Cardiology).

Además de la ECC y el ACV, la insuficiencia cardiaca es

una enfermedad cardiovascular importante a nivel global,

pero se desconoce cuál es el papel de la ingesta de sal en

su desarrollo, dijo Jousilahti.

La insuficiencia cardiaca se produce cuando el músculo

cardiaco ya no puede bombear sangre de forma eficiente.

Las personas con la afección con frecuencia se quejan de fatiga,

falta de aire y una capacidad limitada para realizar las tareas

cotidianas. Y aproximadamente la mitad de las

personas que desarrollan insuficiencia cardiaca fallecen

en un plazo de cinco años tras el diagnóstico, según los

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades

(CDC) de EE. UU.

A fin de investigar el vínculo entre la ingesta de sal y la

insuficiencia cardiaca, los investigadores realizaron un

estudio de seguimiento de 12 años de más de 4,600 personas

que participaron en dos estudios finlandeses de gran tamaño

entre 1979 y 2002. Los participantes tenían edades comprendidas entre

los 25 y los 64 años cuando empezó el estudio inicial.

Para el seguimiento, los investigadores realizaron una extracción

de sodio de 24 horas, el «estándar de excelencia» para la medición

del consumo de sal individual. También recogieron información

sobre los hábitos del estilo de vida, el peso, la estatura y la

presión arterial de los participantes. Además, los investigadores

tomaron muestras de sangre y de orina y realizaron un seguimiento

de la salud de los participantes, mediante los registros de defunción,

de alta del hospital y de reembolso de medicamentos.

A lo largo de 12 años, 121 hombres y mujeres desarrollaron

insuficiencia cardiaca. Los investigadores encontraron que

consumir más de 6,800 miligramos de sal (aproximadamente

1.2 cucharaditas) cada día se asocia con la insuficiencia

cardiaca, independientemente de la presión arterial.

El riesgo de insuficiencia cardiaca aumentó junto con la ingesta

de sal, y el nivel más alto de ingesta hacía que el riesgo se duplicara.

«Es probable que la ingesta diaria óptima de sal sea de incluso

menos de [6,800 miligramos]», dijo Jousilahti.

Pero el estudio solo encontró una asociación, no una relación

causal directa, entre el consumo de sal y la insuficiencia cardiaca.

Una cucharadita de sal es 2,300 miligramos (mg) de sodio,

según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).

El estadounidense promedio consume unos 3,400 mg de sodio al

día, la mayor parte en alimentos procesados y preparados, según

la asociación del corazón.

La Organización Mundial de la Salud recomienda en la actualidad

que los adultos no tomen más de 2,000 mg de sodio al día.

Los hallazgos del estudio se presentaron el domingo en la reunión

anual de la ESC, en Barcelona, España. Los estudios presentados

en reuniones médicas por lo general se consideran preliminares

hasta que se publican en una revista revisada médica por

profesionales.

Fuente

https://medlineplus.gov