Consumirlas puede reducir el riesgo de enfermedad cardiaca con la misma efectividad que las estatinas, afirman unos expertos cardiacos

Junio de 2017 HealthDay News

Reemplazar las grasas saturadas por otras más saludables encontradas en algunos aceites vegetales puede reducir los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedad cardiaca tanto como las estatinas, según una nueva recomendación de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA).

Esas grasas más saludables son las grasas poliinsaturadas y las grasas monoinsaturadas. Las grasas poliinsaturadas se encuentran en los aceites de maíz, soya y cacahuate. Las grasas monoinsaturadas se encuentran en los aceites como el de oliva, de canola, de cártamo y el aguacate.

Las grasas saturadas se encuentran en las carnes, los lácteos con toda la grasa y algunos aceites, por ejemplo el de coco y el de palma.

Recientemente han surgido preguntas sobre las recomendaciones de limitar los alimentos ricos en grasas saturadas, de forma que la AHA pidió una revisión de las evidencias actuales.

«Queremos dejar bien claro el motivo de que la investigación científica bien realizada respalda de forma abrumadora limitar la grasa saturada en la dieta para prevenir enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos», enfatizó en un comunicado de prensa de la AHA el autor principal de la recomendación, el Dr. Frank Sacks, profesor de prevención de las enfermedades cardiovasculares en la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard.

«La grasa saturada aumenta el LDL (el colesterol malo), que es una causa importante de la placa que tapona las arterias y de la enfermedad cardiovascular», dijo.

En ensayos clínicos, reducir el consumo de grasa saturada y favorecer el aceite vegetal poliinsaturado redujo la enfermedad cardiaca en más o menos un 30 por ciento, similar a las estatinas, según la recomendación.

Una ingesta más baja de grasa saturada en combinación con un consumo más alto de grasa poliinsaturada y monoinsaturada se vinculó con unas tasas más bajas de enfermedad cardiaca, mostraron otros estudios.

Varios estudios han encontrado que el aceite de coco, que se promueve mucho como saludable, aumentó los niveles de colesterol LDL de la misma forma que otras grasas saturadas.

Reemplazar la grasa saturada con carbohidratos y azúcares mayormente refinados no se vinculó con una reducción en el riesgo de enfermedad cardiaca, según la recomendación publicada el 15 de junio en la revista Circulation.

«Una dieta saludable no solo limita ciertos nutrientes desfavorables, como las grasas saturadas, que pueden aumentar el riesgo de ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades de los vasos sanguíneos. También debe enfocarse en alimentos saludables ricos en nutrientes que pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedad, como los aceites vegetales poliinsaturados y monoinsaturados, los frutos secos, las frutas, las verduras, los granos integrales, el pescado y otros», planteó Sacks.

Los ejemplos de este tipo de alimentación saludable incluyen a la dieta DASH (por las siglas en inglés de método dietético para detener la hipertensión) y a la dieta estilo mediterráneo.

FUENTE

https://consumer.healthday.com